Mejora tu resiliencia emocional
En pocas palabras
La resiliencia nos ayuda a afrontar situaciones complejas, manejar la resiliencia emocional en determinadas situaciones nos va a permitir no solo superarlas, sino fortalecernos y aprender de ellas para futuros retos.
Si bien, los tres pilares de la resiliencia son el autoconocimiento, autorregulación y automotivación, las técnicas para reforzar consiste en el diálogo interno, interacción social, un enfoque positivo y comunicarse.
Lo que necesitas saber
Ante ciertos momentos donde creemos que nada está a nuestro favor e incluso cuando los planes no salen como queremos, empiezan estas pequeñas preguntas en nuestra cabeza que nos limitan y no sabemos cual es la manera de afrontarlo, ¿tomarlo con humor? ¿pensar lo más positivo que se pueda? La realidad es que no importa el camino que se opte, resulta difícil para cada persona.
De acuerdo con Marie Anaut, psicóloga clínica, cuando se habla de dominios de resiliencia particulares se hace referencia a formas específicas de resiliencia, tales son, social, escolar y emocional, la primera cuenta con competencias sociales adecuadas, mientras la segunda cuenta con competencias adaptativas en el ámbito educativo, en el caso último, corresponde a un cierto bienestar psicológico que se mantiene ante las perturbaciones o las situaciones estresantes que puedan acontecer en nuestra vida.Sin embargo, la vida es compleja y nos
toma por sorpresa la mayoría de ocasiones, por lo cual, trabajar en nuestra parte emocional y sus implicaciones resulta crucial, pues en el caso contrario, al no trabajarlo nos puede llevar por el camino de ansiedad, miedo, desesperación y esperar sin hacer algo al respecto.
A lo largo del artículo contemplaremos el mundo de la resiliencia emocional y técnicas para empezar a mejorarla.
El comienzo de todo
No remontamos a la obra de John Bowlby, autor que describió la conocida teoría del apego en edades tempranas, si bien Boris Cyrulnik, neurólogo, psiquiatra, psicoanalista y etólogo francés divulgó el concepto que extrajo de los mismos escritos de John Bowlby.
Las primeras referencias que se hacían del término se definieron como la capacidad del ser humano para superar periodos de dolor emocional y situaciones adversas, si bien, diversos autores han dado su enfoque al concepto, Vanistendael, sociólogo quien ha explorado el campo de la resiliencia y su proceso dinámico, menciona que la resiliencia distingue dos componentes, la resistencia frente a la destrucción donde se proteja la propia integridad bajo presión, y por otro lado, la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo pese a las circunstancias difíciles.
La psicología ha logrado puntualizar a la resiliencia como aquello que nos ayuda a afrontar situaciones complejas, manejar la resiliencia emocional en determinadas situaciones nos va a permitir no solo superarlas, sino fortalecernos y aprender de ellas para futuros retos.
Sin embargo, la resiliencia emocional requiere de un acompañante que también debe trabajarse conocida como inteligencia emocional.
El complemento perfecto
La resiliencia emocional surge ante la importancia de superar las adversidades, cualquier persona podría identificar la mayoría de problema y conflictos, si bien, la primera reacción que tiene las personas es una actitud alineada al temor, inseguridad y miedo por lo desconocido que se avecina, dejándose llevar por las emociones negativas, por ello, se requiere de inteligencia emocional de forma activa en momentos donde se requiera ser resiliente, pues con la combinación de ambas se dará flujo de pensamientos, soltar los miedos, saltar la ansiedad y traspasar la inseguridad
Si quieres conocer más sobre inteligencia emocional, visita nuestro blog: Inteligencia emocional para emprendedoras.
Cómo trabajar la resiliencia emocional
La resiliencia emocional sí puede trabajarse, siempre y cuando se tenga presente la cruda realidad, es decir, asumir las dificultades que se presentan a lo largo de la vida, las situaciones adversas se colocan para ser lecciones útiles en el futuro, donde la mejor solución que podemos hacer es tomarlo con creatividad y siendo conscientes de nuestras fortalezas, debilidades y limitaciones.
Técnicas para mejorar la resiliencia emocional
1. Auto observación y auto conocimiento
El tomar tiempo de observación en nosotros mismos, conocernos nuestras fortalezas y debilidades, así como ser conscientes y seguros de nuestras cualidades nos permiten una adaptación positiva ante el cambio.
2. Dialogo interno
La manera en la que nos hablamos internamente es de suma importancia, la manera en la que llevamos nuestros pensamientos determinan nuestro día a día, ser flexible con nosotros nos alienta ante la incertidumbre y poder sobrellevar la situación.
Así mismo, permitir sentir no ayuda a no caer en la búsqueda de culpables por la situación o en autoexigencia y perfeccionismo.
3. Enfoque positivo
Alineado al punto anterior, una de las técnicas infravaloradas es el enfoque positivo, tomar la oportunidad de aprender, crecer y entretener las capacidades de resiliencia, no se debe centrar en el problema sino en la búsqueda de soluciones. Aprender sobre la marcha.
4. Equilibrio emocional
El ser humano es un ser emocional, la mayoría de las decisiones son guiadas por emociones, ilusiones y motivaciones e incluso llegan a cegar la parte racional, debemos aprender a identificar, aceptar y regular las emociones para no tomar decisiones 100% impulsadas por una emoción o sentimiento que puede desaparecer.
5. Fomentar la expresividad
Una de las técnicas es simplemente expresar y liberarse de las emociones, además de ser una característica de las persona resilientes, todo lo que sienten y piensan ante una adversidad la comunican sin generar daño a las personas de su alrededor, esto ayuda a liberar la tensión y presión acumulada.
6. Contacto social
No es poner a dudas nuestras capacidades ante una adversidad, sin embargo, estar acompañado no es malo, tener quien te acompañe en tu crecimiento, aprendizaje y compartir tiempo elimina presiones auto-dispuestas, a veces lo que la mente necesita es contacto social para abrirse y ser flexible.
7. Límites ante el control
En estos momentos debemos aceptar que no todo en la vida podemos controlarlo, el deseo de tener todo seguro no es posible, lo mejor que podemos hacer es soltar y aprender que existen ciertas cosas que no tenemos bajo nuestro control pero podemos usar nuestras fortalezas para superarlo.
8. Enfoque correcto
Algo que sí podemos controlar es nuestro enfoque, tomar decisión a lo que si vale la pena tomarle atención, la ansiedad, la inquietud, el nerviosismo pueden dificultar nos a la hora de interpretar la realidad, intentar tener una visión de conjunto y centrarnos en los racional y objetivo y no sólo en tu interpretación.
Antes de irte
La resiliencia emocional debe practicarse, si bien, los pilares que la integran consiste en la autoconciencia, ser capaces de reconocer y entender emociones, la autorregulación para motivarnos y usar nuestra energía de manera consciente y la automotivación establecer metas de acuerdo a nuestros objetivos, es decir, el poder está en nuestra mentalidad y en el diálogo interno que tengamos.