fbpx
pexels-andrea-piacquadio-3800149

Comparándote con los demás, ¿te ayuda a alcanzar resultados o crear la vida que tu
quieres?

Imagina que un día estas en LinkedIn buscando nuevas oportunidades de trabajo y te
encuentras con un vacante nueva, aplicas participas en el proceso. A las dos semanas
vuelves a revisar el estatus, y te das cuenta que un excompañero tuyo que sabes que tenía un poco más de experiencia en esa materia fue contratado para la posición, mientras tanto a ti, te despiden de tu ultimo trabajo.
A pesar de que los dos compartían los mismos conocimientos y tenían casi la misma
experiencia, sus carreras tomaron direcciones diferentes. Instantáneamente, sientes
resentimiento. Y te preguntas, ¿y porque no fui yo?


La reacción ante esta situación es muy común. de acuerdo con un estudio reciente, mas
del 75% de las personas han reportado que sienten envidia de alguien en el ultimo año.
Compararte a ti mismo con otros puede dejar sentimientos de frustración y ansiedad. Y
esto no ayuda a crear la vida que tu quieres vivir.

 En cambio, solo te quita tiempo y energía valiosa que se hubiera podido haber gastado en construir una carrera exitosa.
Aquí hay cinco formas saludables y prácticas de como terminar con el juego de los celos y para recuperar tu poder y el control de tu vida.

Infinite Learning

KEY POINTS

Identifica los detonantes específicos

Si quieres dejar de compararte con los demás, determina cuándo la envidia asoma su fea cara. ¿Es cuando te desplazas por LinkedIn, Facebook o tu feed de Instagram? ¿O tal vez cuando escuches a tu amigo alardear de un aumento de sueldo? ¿O cuando te enteres que tu competencia gano una licitación? Utiliza estas observaciones para aprender sobre ti mismo.

Después, haz una lista de quién y con qué te comparas o envidias con frecuencia. Escribe cómo estos sentimientos te impactan negativamente y por qué son una pérdida de tiempo. Decídete a estar más alerta en el futuro para que puedas identificar este tipo de sentimientos más rápido y así puedas atacarlos con mayor rapidez.

Comprométete con la gratitud

Esta científicamente comprobado que es casi imposible experimentar emociones negativas cuando estamos agradecidos por lo que tenemos. Para dejar de compararse con los demás, considera comenzar un diario de gratitud. Tómate algunos minutos
(preferentemente al empezar el día) para escribir todas las cosas por las que estás agradecido.

Otra idea divertida, que puede involucrar a toda la familia es crear un frasco de agradecimiento. Encuentra un frasco, decóralo y todos los días piensa en al menos tres cosas por las que estás agradecido. Escribe cada una de esas cosas en un trozo de papel e insértalo en el frasco. Pronto tendrás una gran cantidad de razones para estar agradecido. Cuando te encuentres cayendo en esos sentimientos de inseguridad, lee algunas notas del frasco para recordarte las cosas positivas de tu vida.

Acepta a la competencia

Puede ser útil ver a las personas que envidias como aliados en lugar de amenazas. Si evitas a las personas que provocan la auto – comparación, es posible que se pierda la forma en que esas personas exitosas pueden ayudarte. Piensa en lo que puedes aprender de ellos. Acércate a ellos y pídeles un consejo o que compartan su experiencia contigo. En lugar de sentirte celoso, usa sus logros como motivación. ¿Quiénes son las personas que más admiras y que están marcando la diferencia en el mundo? Comunícate con ellos para encontrar inspiración para que puedas convertirte en una mejor persona.

Documenta tus logros

Cuando te comparas con los demás, te concentras en sus fortalezas e ignoras las tuyas. Entonces, adelante y haz una lista de tus logros. No importa cuáles sean, grandes o pequeños, siempre que sean algo de lo que estés orgulloso.

Si tienes éxito en un proyecto en el trabajo, regístralo. Si ayudas a un amigo en una crisis, agrégalo. Si te arrastras al gimnasio una mañana a la que no querías ir, escríbelo. Incluye todo lo que puedas. Luego reflexiona sobre esa lista y publícala en algún lugar donde puedas verla todos los días.

Se tu propio mejor amigo

A menudo tratamos a los demás mejor de lo que nos tratamos a nosotros mismos.
Empieza por examinar tu diálogo interno. ¿Eres autocrítico durante esos momentos en los
que te comparas con los demás? El primer paso para ser tu mejor amigo es dejar de
castigarte. Detente y pregúntate: “¿Le diría estas cosas a alguien que me importara?”
Después, comienza a reconocer y apreciar tus propios talentos y habilidades únicos.

Recuerda, que siempre habrá alguien más atractivo, inteligente o exitoso. El truco es
conocer el valor único de lo que tu aportas. Siempre que te concentras en lo que otras
personas tienen y tú no, cedes tu poder y control. Como dijo Theodore Roosevelt, “La
comparación es la ladrona de la alegría”. Entonces, recupera tu poder. Decide que tu
energía se utilizará para creer en ti mismo y crear la vida que te mereces.

Dejar un comentario